Nadie pensaría alguna vez que la vida nos iba a poner un tiempo en confinamiento, el coronavirus nos ha puesto en casa y en la convivencia con los otros, los pilotos automáticos en los que vivías ahora se ven amenazados , la vida laboral es hoy es en casa y en algunos casos se tendrá que volver a empezar, ahora nos encontramos con nosotros mismos, es hora de poner en marcha las herramientas emocionales con las que contamos, vas al encuentro del autoestudio, las preguntas son ¿Cuál es el ritmo de mi respiración constante en este camino cotidiano? ¿Qué prácticas de respiración tengo para regular mis emociones?
Se han comprobado que la respiración tiene que ver directamente sobre el funcionamiento cerebral determinando la calidad del pensamiento y las emociones.
Haremos una pequeña práctica.
“Colócate sentado, lo más recto posible, y muy cómodo.
Cierra tus ojos.
Haz contacto con tu mundo interior.
Ve relajadamente hacia adentro.
Comienza a observar tu propia experiencia, simplemente deja que pasen las cosas y observa lo que quiere ocurrir.”
¿De qué te diste cuenta?
A través de la respiración es posible trabajar la atención, la memoria y el control emocional.
Con la práctica de la respiración consiente puede comprobar por sí mismo la influencia que tiene la respiración en su estado de ánimo, realiza algunas inhalaciones y exhalaciones profundas para darte cuenta de que en pocos minutos esto se traduce en una mayor relajación y tranquilidad.
Para fortalecer mi atención intencionada puedo cultivar:
1“El interés por mí”.
2. “El afecto por mí”.
3. “El que mis movimientos armonicen con mi respiración”.
El arte de respirar tiene que ver precisamente con la capacidad para hacer conciencia sobre la manera más adecuada de administrar el aire que llega a nuestro cuerpo.
Cuando aprendes a inhalar y expirar con conciencia, sintiendo tu cuerpo, puedes aliviar dolores crónicos, afrontar la ansiedad, el estrés y la depresión, a apreciar la belleza de la vida a través de lo que si tienes.
Tu respiración, tu ancla de vida, es el mejor activo que posees, te ayuda a sentirte más pleno, más presente, despejado de la mente y encontrando nuevas alternativas para resolver situaciones.
Tu respiración es tan común, tan sutil, que casi no la percibes si no estás presente contigo. Te invito a practicar lo siguiente:
Colócate en el suelo con un cojín bajo la cabeza. Coloca las manos en tu abdomen. Percibe como suben y bajan tus manos mientras inspiras y espiras. En esta práctica estas enviando oxígeno y fluidos ricos en nutrientes a través del sistema linfático y estás eliminando toxinas. El movimiento físico de la respiración masajea todos tus órganos y músculos, la respiración es vida, solo concéntrate en sentir tu cuerpo mediante de la respiración.
Puedes ejercitar tomando consciencia de una buena respiración consciente y hay tres tipos:
- Respiración abdominal o alta.
- Se coge aire lentamente por la nariz y se conduce hasta el vientre/estomago para expulsarlo posteriormente de igual manera por la nariz.
- Al inhalar se dilatará el estómago, al exhalar volverá a su posición inicial, si colocas la mano en el vientre podrás notar esta sensación.
- A través de este ejercicio tomamos consciencia de que podemos controlar nuestra propia respiración.
- Respiración media o intercostal.
- Se toma el aire por la nariz lentamente para llevarlo a la zona media del pecho y hacia los costados, para posteriormente exhalarlo de nuevo por la nariz.
- Esta sería una respiración torácica mientras la anterior seria diafragmática.
- Respiración alta o clavicular.
- Tomamos aire por la nariz conduciéndolo hacia la zona más alta del pecho, encima de las clavículas como si quisiéramos sacarlo por los hombros, pero sin forzar, para posteriormente exhalarlo del mismo modo por la nariz.
- En este ejercicio el tórax se dilatará (abrirá) mientras que el estómago se adentrará.
- Respiración completan o integral.
- Es la suma de las tres respiraciones anteriores.
- Se inhala aire por la nariz para llevarlo primero hacia el vientre, seguidamente y sin interrupción se inspira el aire hacia los costados y por ultimo hacia las clavículas, para después exhalarlo por la nariz en los mismos tiempos.
Recuerda si tú estas estresado, provocas tensión en tu cuerpo, respiras menos profundo, tu corazón se acelera, los niveles de oxígeno descienden aún más y tu cerebro se activa con muchos pensamientos y se inquieta.
Mientras que si tienes una correcta respiración, con armonía, se estimula tu sistema nervioso parasimpático, tus hormonas relajantes circulan a través de tu cuerpo, empiezas a relajarte, se calman los pensamientos, las sensaciones y las emociones negativas; empiezas a respirar más lento y profundamente.
En realidad, todo lo que necesitas es:
Un lugar cómodo, tu cuerpo, un poco de aire, tu mente y eso es todo.