Si bien sabemos que el encierro por la pandemia no es fácil, el que mi cabeza deje de dar vueltas es otro tema importante a considerar, uno de los principales problemas es la alteración y la conciliación del sueño.
Las expectativas de la nueva normalidad, aunado a los miedos, la angustia y el bombardeo de información, hace que mi cuerpo y mente siempre este en alerta.
Todos estos pensamientos y emociones ocupan mi razón y mi tiempo; las alteraciones de actividades y rutinas, nos juegan una mala pasada.
¿Y esto como se refleja?
En alteración de los horarios de sueño, en ocasiones no logramos descansar, teniendo sueños livianos que nos ponen en vigilia, un estado del que estás despierto, especialmente en las horas destinadas al sueño.
Cuando dormimos:
- Se disminuye la conciencia y reactividad a los estímulos externos
- Mejora nuestro humor
- Relajamos nuestros músculos
- Mejora nuestro estado de ánimo
- Mejora el sistema inmune
- Recargamos energía
- La mente está más clara
- Estás más creativo
- Aprendes con más facilidad
- Activas la memoria.
Pero la ausencia de sueño, induce distintas alteraciones de conducta y fisiológicas.
Es importante saber que el cerebro está compuesto por cuatro fases: Beta y Alfa, en la mente consciente y Theta y Delta en la mente subconsciente.
Cuando estamos completamente despiertos y conscientes estamos en el estado Beta.
Cuando meditamos, visualizamos o usamos nuestra imaginación entramos en Alfa.
Cuando estamos durmiendo ligeramente estamos en la fase Theta.
Y cuando estamos profundamente dormidos alcanzamos el estado Delta.
Este estado Delta, permite una curación del cuerpo en muchos sentidos, fisiológicos y cognitivos.
En este confinamiento, te compartimos algunas recomendaciones para tener un buen sueño.
Establecer horarios:
- Ir a dormir a una hora establecida, evita mirar televisión, redes sociales o cualquier otro dispositivo electrónico hasta la madrugada, para que tu mente descanse, paren los pensamientos y tengas un día más descansado y productivo.
Higiene del sueño:
- Cepillarnos los dientes, evitar las luces brillantes en la habitación, el brillo de los mismos, si te gusta leer adaptar la luz para ello. Bajar el ritmo de la televisión, de contenido violento, noticias que te alarmen con respecto a la situación que estamos viviendo.
Horarios para las comidas:
- Es importante que la cena sea ligera, disminuir el consumo de azúcar, café y chocolate, cenar en un tiempo no menor a 2 horas antes de irse a la cama. Acortar las siestas.
Escuchar música relajante
Practicar meditación, yoga, Mindfulness o atención plena.
- Estas prácticas te permiten poner atención a la respiración consiente y bajar el ruido de los pensamientos, hoy en día hay mucho material en la red que puedes aprovechar.
Rutina placentera antes de acostarse.
- Un baño tibio le ayudará a relajarse; Es recomendable tomarse una bebida caliente o bien una infusión de manzanilla o de valeriana.
Tranquilidad
No realice esfuerzos intelectuales antes de acostarse.
¿Cómo conciliar el sueño en este confinamiento?
Cambia la energía
Salir de los límites imaginarios
Experimentar nuevas frecuencias.
Usar el corazón
Liberar al niño interior
Creer para crear
Elevar el espíritu.
Sanar el alma.
Trate de hacer agradable el momento de irse a dormir.
Es más importante la calidad que la cantidad.
No se preocupe si no consigue dormir ocho horas, ya que no todos necesitamos dormir lo mismo, seis horas de sueño pueden ser suficientes para un sueño reparador.
Para finalizar te invito a que cuando vayas a dormir, te quedes en el momento presente, respirando, haz pausas en tus pensamientos, regresa a tu respiración y encuentra un lugar cómodo en ti, para ahí permanecer seguro.
Dulces sueños.