Mtra. Ingrid Scherazada Morales Jiménez, Dirección Monterrey
Hace poco fui invitada a un importante centro de educación media en la ciudad de Monterrey a dar una plática sobre la fisioterapia como plan de vida y carrera.
Pensar en la palabra “Fisioterapeuta” me hizo recordar cuando mi padre, tras sufrir una embolia a sus 89 años, tuvo que aprender de nuevo a caminar, a pararse, a mover los brazos y las piernas, cómo lo aprende un niño que apenas descubre el mundo. Rehabilitadores, Terapeutas Físicos y Ocupacionales hicieron de él, a pesar de su edad, una persona independiente y funcional.
Todo esto hizo darme cuenta que FISIOTERAPEUTA es mucho más que una palabra, Y es que, “Sin excepción, todos y cada uno de nosotros, por accidente, enfermedad o vejez, alguna vez necesitaremos un terapeuta físico, ocupacional o de lenguaje”.
Son ellos quienes nos ayudan a más que a recuperar la salud; nos ayudan a recuperar la calidad de vida.
Es por esto, que se volvió para mi importante hablarle a los futuros profesionales de la necesidad de carreras como, Licenciatura en Terapia Física, Licenciatura en Terapia Ocupacional y Licenciatura en Gerontología, convertidas en carreras de un futuro que ya nos alcanzó.
Percances Cotidianos
Por algún tipo de accidente, en el hogar, en la calle, en el trabajo o en el automóvil muchos hemos llegado a sufrir algún percance o a conocer a alguien que por lesiones como una fractura o un esguince, necesitó pasar por algún tipo de fisioterapia que le permitió recuperar la movilidad y la funcionalidad en la vida cotidiana, ya sea inmediatamente después del accidente, o años después al darse cuenta de que no tuvo una recuperación adecuada.
Esto se puede ver comúnmente con accidentes leves de carro, en los que las lesiones de cuello se suelen subestimar. Según estimaciones realizadas en 2016 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), para el 2020 se prevé que los traumatismos por accidentes de tránsito se convertirán en la tercera causa de muerte, y menciona que cada año entre 20 millones y 50 millones de personas sufren traumatismos no mortales.
A su vez, una proporción de estos padecen alguna forma de discapacidad. Esto es algo digno de considerar ya que vivimos en una de las ciudades con mayor índice de accidentes vehiculares.
De acuerdo con datos del INEGI, aunque en 2014, Nuevo León contaba con una menor planta vehicular que Guadalajara y el Distrito Federal, el número total de accidentes que se registró fue de mil 422 por cada 100 mil habitantes. Jalisco registró 721 y el Distrito Federal apenas 193 por cada 100 mil habitantes.
Y ni hablar de los accidentes laborales. Según reporta La STPS (Seguridad y Salud en el Trabajo y la Prevención de Riesgos Laborales.) en su boletín de marzo, los estados con mayor cantidad de accidentes laborales en la república son: el Estado de México, con 362 mil 852 accidentes; Jalisco, con 314 mil 576 accidentes; Ciudad de México, con 280 mil 440 accidentes; y Nuevo León, con 206 mil 514 accidentes.
Derivado de estos accidentes de trabajo volvemos a situaciones en las que por diferentes tipos de lesiones se necesita de terapeutas físicos y ocupacionales para que estos trabajadores logren integrarse de nuevo a su trabajo y a sus familias. Sobre todo para aquellos que quedaron seriamente lesionados y necesitan recuperar sus capacidades motrices y/o neuronales.
Y… Aún hay más
Adicionalmente a los problemas mencionados relacionados con traumatologías y accidentes, existe un gran número de enfermedades ya sean congénitas o adquiridas cuyas secuelas van relacionados con deterioros en el sistema nervioso o músculo-esquelético y que demandan dentro del tratamiento de recuperación, sesiones de terapias físicas, ocupacionales y/o de lenguaje según el caso, que ayuden a disminuir o revertir algunos de los efectos limitativos que menguan la calidad de vida de la persona.
Algunas de estas enfermedades pueden ser: osteoarticulares, diabetes mellitus, obesidad, esclerosis, neuralgias, Parkinson, Alzheimer, cardiovasculares, neuropatías, secuelas de infarto cerebral, hernias discales, parálisis, enfermedades reumatoides, atrofias musculares y la lista pudiera seguir y seguir.
Por otro lado si volteamos a ver el mundo del deporte, ni que decir de las lesiones por actividades deportivas, en donde niños, adolescentes y en especial en los que se dedican de manera profesional, son comunes los esguinces, desgarres, contracturas, fracturas, contusiones, luxaciones y distensiones, por mencionar algunas.
Una vez más la intervención inmediata de un fisioterapeuta es indispensable, tanto desde el momento mismo del incidente, como después de este para poder garantizar una recuperación efectiva que le permita seguir con su desempeño normal.
Curiosamente es la única área en la actualidad en donde el terapeuta juega un rol sumamente importante, ya que está presente no solo en el remedio, sino en la prevención y el cuidado de la integridad del deportista.
“Como Te Ves Me Vi…”
Llegar a la vejez tiene sus propios retos, y las discapacidades, tanto físicas como mentales pueden ser uno de ellos.
Según la Organización Mundial de la Salud, la discapacidad se plantea como un problema de salud pública de gran importancia para el futuro debido a que la población está envejeciendo y el riesgo de adquirir algún tipo de discapacidad o de presentar alguna enfermedad crónica degenerativa, enfermedades cardiovasculares y/o trastornos en la salud mental se incrementa adultos mayores en México, de los cuales, casi tres millones son personas con discapacidad o totalmente dependientes.
El panorama para el futuro es todavía más complejo, según las proyecciones, y de acuerdo con la transición demográfica, la población de adultos mayores se cuadruplicará en 50 años. En 19 de cada 100 hogares mexicanos, vive al menos una persona con discapacidad y de cada 100 adultos mayores, 31 reporta discapacidad.
En 2012 el INEGI, en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), arroja que entre los adultos mayores, el 50.9% de las discapacidades tienen por origen la edad avanzada.
Toda esta población creciente necesita la atención de personal calificado y debidamente preparado como rehabilitadores, neurorehabilitadores, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales.
El Futuro que Nos Alcanzó
Es necesario cubrir la creciente demanda de servicios de atención fisioterapéuticas en todas las áreas, por lo que se ha convertido en un gran reto demográfico que existan programas de inversión de capital económico, de infraestructuras y de desarrollo de capital humano.
Según datos de la Asociación Mexicana de Fisioterapia, al día de hoy contamos a nivel nacional con sólo 3 mil fisioterapeutas con cédula profesional.
Si comparamos este dato con las cifras de personas lesionadas y/o discapacitadas cada año por accidentes, enfermedades o simplemente por llegar a la vejez, nos damos cuenta del valor y la importancia que tienen estas profesiones en nuestra sociedad.
El mundo los necesita, el país los necesita y Nuevo León no es la excepción. Es por esto que formar parte del equipo administrativo de CMUCH me llena de emoción porque contribuir a la formación de este capital humano tan importante es hacer cosas que trascienden y lo hacen tocando a todo tipo de personas sin importar su estrato social. Y deseo cerrar esta reflexión con esta frase que un día encontré y no supe quien la dijo, pero creo que resume esta trascendencia.