Escrito por Y. Figueroa
Si alguna vez escuchaste “Eres lo que comes” y a estas alturas de tu vida jamás entendiste a que se referían, está claro que si ingieres una rica hamburguesa no significaba que tú serás una. Sin embargo hay que agradecerle a un extraordinario filósofo alemán llamado Ludwig Feuerbach ya que este argumenta que la comida se convierte en sangre, la sangre en corazón y cerebro; en materia de pensamientos y emociones.
Es importante aclarar que la alimentación va de la mano con algo fundamental como lo es la actividad deportiva, ya que esta genera un alto gasto energético, aumentando el requerimiento de calorías, proteínas, vitaminas y minerales por lo que tendrás un mejor rendimiento de este, compensando las cargas de entreno y evitarás deficiencias nutricionales.
Un entrenamiento acompañado de una alimentación adecuada ayudará de manera notoria aportando los nutrientes necesarios para mantener un estado óptimo de salud, reduciendo la fatiga considerablemente.
Cabe destacar que si mantenemos una dieta equilibrada podrá cubrir todas las necesidades tanto de macro como de micronutrientes en función de la actividad física que realicemos en nuestro día a día y las características físicas de cada persona como sexo, complexión, edad y estilo de vida.
Ésta debe aportar suficiencia energética y tiene que ser lo más variada posible, incluyendo todos los grupos de alimentos importantes como cereales, verduras, frutas, carne, pescados, huevos, frutos secos, lácteos y/o derivados, entre muchos otros.
También es importante tener en cuenta las pérdidas de agua en el organismo y estas las concebimos a través de la sed, en el momento que la sentimos, nuestro organismo ya está ligeramente deshidratado. Todos los deportistas saben que mantenerse en constante hidratación es una de las claves para el éxito.
Ahora eres consciente que para alcanzar tu meta del cuerpo deseado o mantenerte sano, simplemente tienes que comer evitando grasas saturadas, realizar algún deporte constantemente, regular tu dieta y tomar el agua que tu cuerpo necesita. ¿Ya encontraste motivación para comenzar a ejercitarte?