EL MÚSCULO Y EL EJERCICIO FÍSICO.

Mtro. Emilio Alberto Coeto Huerta.
Investigador Titular de la Maestría en Fisioterapia del Deporte.

Nunca es tarde para empezar a contrarrestar los efectos de la vida sedentaria que la dedicación al trabajo de oficina nos proporciona, y por qué no, decirlo como es, los efectos del envejecimiento. En el número anterior de esta revista se dedicó un texto muy interesante a la función del músculo como un órgano del sistema endocrino y este texto, pretende abundar un poco más en el tema. Para esto, empezaremos por describir brevemente algunos cambios que ocurren asociados a la los hábitos alimenticios, la inmovilidad y envejecimiento que condicionan problemas de salud.

Se define al envejecimiento como la suma de todas las alteraciones que se producen en un organismo con el paso del tiempo y que conducen a pérdidas funcionales y a la muerte (Mesa, 2007). Totalmente de acuerdo estoy convencido que es un fenómeno natural, pero esto se vuelve preocupante cuando nos aproximamos al 2050 porque la esperanza de vida aumentara de 75 años que se tenía en el 2015, a 80 años para este 2050 y en 2020 se espera un incremento de la población mayor de 60 años que se estima alcanzará el 20.7% de la población en nuestro país (González, 2015).
La inmovilidad y el sedentarismo secundario a una lesión o trauma como condición, pueden acompañar o no al proceso de envejecimiento, pero por si solas en cada una de estas condiciones se han encontrado alteraciones en la velocidad y cantidad de información aferente y eferente que impide el balance adecuado e induce cambios en la postura y en la velocidad de respuesta; un déficit del sistema somatosensorial que se caracteriza por la disminución de receptores cutáneos y propioceptivos. Kararizou y Cols, refieren que existen cambios en la morfología de los husos musculares (disminución del diámetro) principalmente de la extremidad superior; en individuos de 93 años se observó una disminución significativa del número de fibra intrafusales.

Un adulto mayor o cualquier persona que tenga un déficit somatosensorial que no puede recobrar el equilibrio ante los retos del medio ambiente entre los 145 milisegundos caerá, 1/3 de los adultos mayores con alrededor de 65 años caen cada año y el costo de atención ocasionado excederá los 32 billones de dólares para el año 2020, sin duda un dato importante porque se ha observado un pico de las personas que caen a los 38 y 42 años. (Galdámez-Grajeda PG, 2017).

Las enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes tipo 2 y el síndrome metabólico, a menudo son asociadas al envejecimiento; son problemas de mayor importancia por ser consecuencia del sedentarismo y malos hábitos dietéticos sin olvidar claro, la herencia además de ser consideradas un problema de salud pública en nuestro país, su máxima expresión en el curso histórico comienza desde la primera mitad del siglo XX y en el ámbito individual en nuestro país desde la niñez como obesidad evolucionando a diabetes tipo 2 y después a síndrome metabólico. (Carlos A. Aguilar-Salinas, 2012). El incremento de las grasa en el tejido adiposo visceral de manera progresiva desarrolla alteraciones del metabolismo glucolipídico y dislipidemias que siendo asintomáticas van instaurando resistencia a la insulina; una respuesta inflamatoria crónica en el tejido adiposo visceral (TAV) implica consecutivamente alteraciones de sus funciones endocrino-inmuno metabólicas y el desarrollo del “Síndrome metabólico” (resistencia a la insulina y ateroesclerosis que ocasionan enfermedades vasculares e Hipertensión arterial) que afecta a toda la población desde la niñez a la vida adulta con malos hábitos (Ana Francisca Delgado García, 2016).


La falta de comprensión de como este problema afecta a nuestro país ha generado un estado a nivel social que no podrá revertirse sin el conocimiento ni las políticas necesarias para atender las necesidades desde el área de la farmacoterapia solamente (Carlos A. Aguilar-Salinas, 2012).
El primer reto ante esta problemática es cambiar el hecho de que en año 2002 la Organización Panamericana de la Salud informó que tan solo el 20% de los adultos mayores realizan actividad física (Concepción Porras-Juárez, 2010) y que México ocupa el primer lugar obesidad infantil.


La solución ya desde hace muchos años la conocemos y la recomendamos bajo los siguientes argumentos: son los cambios bioquímicos ligados a los sistemas energéticos, adaptaciones cardiovasculares y respiratorias, cambios ligados al entrenamiento de la fuerza. Pero para hacer esta recomendación es necesario profundizar en como ocurre y aquí podemos iniciar diciendo que recientemente se reconoce al músculo esquelético como un órgano endócrino relacionado con múltiples señalizaciones moleculares entre las que se encuentran: Miokinas que regulan muchos procesos fisiológicos. Bostrom y cols, demostraron una especie de Miokina denominada Irisina por la diosa griega Iris. La secreción de Miokinas, Interleucinas (IL6, IL5, IL8), Visfatina, Factor Neurotrópico Derivado del Cerebro (BDNF), Factor inhibidor de la leucina (LIF), Factor de crecimiento fibroblástico (FGF-21). La Irisina tiene efectos proteolíticos y es derivada de las proteínas de la membrana muscular, Fibronectina tipo III expresión del gen DNDC5.

La Irisina está relacionada con el flujo sanguíneo después del entrenamiento de resistencia. El incremento de la Irisina es regulada por respuesta del peroxisoma proliferador – activado del receptor – Y – coactivador 1a que activa la termogénesis programada de la grasa (blanca) durante el ejercicio por lo que se le puede atribuir un efecto terapéutico contra la obesidad y la diabetes tipos 2.


Huh et al. (2012) reportaron que la disminución en la expresión del gen músculo – esquelético FNDC5 mRNA y de la Irisna en suero después de una cirugía está asociada a una pérdida de peso sin que esto sea benéfico para la salud; sin embargo, estudios posteriores encontraron un incremento silencioso de lo niveles de Irisina en sujetos jóvenes después de ejercicio intenso. (Satu Pekkala,
2013)

La interleucina 6 (IL6) es una proteína compuesta de 212 aminoácidos con un peso molecular de ~26kDa, es producida por muchos tejidos principalmente el tejido adiposo y muscular, ayuda a regular procesos inflamatorios se ha observado que ayuda a incrementar la lipólisis y disminuye la Resistencia a la Insulina. La interleucina 8 (IL8) es un polipéptido de peso molecular kDa, se libera durante la contracción muscular principalmente excéntrica y el ejercicio de fuerza, se le atribuye efecto de angiogenesis, contribuye a la disminución de la Resistencia Vascular Periférica.

La interleucina 5 (IL5), citoquina descubierta en linfocitos T, con un peso molecular de 14 – 15 kDa, se produce en respuesta al entrenamiento de la fuerza.
Inhibe la degradación de proteínas del músculo, estimula la captación de glucosa, y facilita la oxidación de ácidos grasos a nivel muscular y con esto representa un fuerte estímulo anabólico (Nielsen et al., 2007).
Favorece la lipólisis y limita la diferenciación de preadipocitos. (Quinn, Anderson, Strait-Bodey, Stroud, & Argilés, 2008; Quinn, 2008) Factor Neurotrópico Derivado del Cerebro (BDNF)
Es un homodimero proteico, su peso molecular es de 27 a 30 kDa juega un papel importante en el crecimiento y desarrollo neuronal; es producido en el SNC; valores bajos de BDNF se observan en pacientes obesos y con diabetes tipo 2 (Krabbe et al., 2007), el Alzheimer, la depresión y la enfermedad cardiovascular (Pedersen, 2009), se puede producir en el músculo en respuesta al ejercicio.
El Factor inhibidor de la leucina es una proteína de 19,7 kDa, formada por 181 aminoácidos y se descubrió en células tumorales astrocitarias, participa en la diferenciación de células mieloides leucémicas, actúa como estímulo para la formación plaquetaria y en la hematopoiesis. Su principal función está relacionada con la proliferación de células satélites facilitando los procesos de hipertrofía, su producción se relaciona con el entrenamiento de la fuerza.
El Factor de crecimiento fibroblástico (FGF-21) de la familia de los factores de crecimiento fibroblástico, está compuesta por 21 miembros, y tiene un peso molecular de 17 a 26 kDa, se considera un regulador metabólico expresado en el hígado, reduce los valores plasmáticos de la glucosa y triglicéridos, se produce en el músculo durante la contracción muscular.
La Visfatina (Visceral Fat – Vis Fat) Es una proteína multifuncional descrita como adipokina presente en desórdenes metabólicos como en la obesidad visceral y diabetes mellitus tipo 2, Recientemente fue descrita como miokina y se le ha descubierto un efecto cardioprotector aumentando la sensibilidad a la insulina en los tejidos disminuyendo la glicemia plasmática.
La Paracrina y Autocrine son el factor similar a la folistatina 1 (Fstl 1) promueve la angiogenesis en respuesta a lesiones de tipo isquémico. La Adiponectina fue descrita como adipokina, tiene características antidiabéticas. En ambas se ha demostrado su producción a nivel muscular. (León, Melo, & Ramírez, 2012).
Pudiéramos no tratar de recordar cada una de las miokinas, interleucinas y factores de crecimiento asociados al ejercicio, pero si debemos recordar que obtener resultados si presentas algún desorden metabólico es importante recordar que el ejercicio debe de tener una intensidad sub maximal y duración necesaria y debe ser autorizado por un médico o un fisioterapeuta experimentado y prescrito por un profesional que previa valoración y el conocimiento de tus objetivos planea un programa a tu medida combinando el trabajo cardiorespiratorio y el de desarrollo de fuerza y flexibilidad solo por mencionar algunas de las capacidades a desarrollar.
La atención de enfermedades como el síndrome metabólico y el apoyo en el
proceso de envejecimiento comprendiendo el fenómeno es muy accesible desde el aspecto de la prevención ligado al ejercicio. Por esta razón los estudios en esta área son necesarios en nuestro país y sobre todo de tal calidad metodológica como para poder entrar con los modelos de atención de fisioterapia para los catálogos del CENETEC de nuestro país.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
Ana Francisca Delgado García, Y. C. (2016). Obesidad visceral: predictor de diabetes mellitus, tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.

Revista Latinoamericana Patología Clínica y Medicina de Laboratorio, 65-75. Carlos A. Aguilar-Salinas, R. R. (2012).
Epidemiología de la diabetes y el síndrome metabólico en Méxco. Ciencia,
36-45. Concepción Porras-Juárez, I. G.-A.-C.- C.-Q. (2010).

Percepción del adulto mayor acerca de los beneficios, barreras y apoyo social para realizar actividad física. Revista Medica del Instituto Mexicano del Seguro Social , 127-132. Galdámez-Grajeda PG, E.-H. R.-E.-L.-A. (2017).

Frecuencia de diagnóstico de lesiones óseas en luxación glenohumeral anterior. Acta Ortopédica Mexicana, 12-17. González, K. D. (2015).

Envejecimiento demográfico en México:análisis comparativo entre las entidades federativas. México: SEGOB-Conapo. León, H., Melo, C., & Ramírez, J. (2012).

Role of the myokines production through the exercise. Journal of Sport and
Health Research, 157-166. Mesa, J. V. (2007).

Definición de envejecimiento y síndrome de fragilidad, características epidemiológicas del envejecimiento en México. Revista de Endocrinología y Nutrición, 27-31. Satu Pekkala, P. K. (2013). Are skeletal muscle FNDC5 gene expression and irisin release regulated by exercise and related to health?. . Physiology journal, 5393–5400.

Autor: CMUCH

El Centro Mexicano Universitario de Ciencias y Humanidades es una institución educativa, de investigación y servicio que forma personas de alta calidad humana y excelente preparación profesional que trabajan con el fin de favorecer la integración de los grupos más vulnerables que conforman a nuestra sociedad.

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